Wednesday 9 April 2008

Ética y hackeo. Una visión Social de la generación y oblivion de una determinada Propiedad Intelectual

El ADN recombinante en el mercado de gran consumo

A medida que la biotech aplicada avanza, el debate sobre la ética de la manipulación genética (MG) con fines de agricultura y ganadería cobra nuevas dimensiones. En la literatura parece haber dos grandes posiciones, los pro-MG y los anti-MG. Los argumentos que esgrimen los pro-MG son que los cereales pueden crecer más rápidamente, en menos tierra, menor uso de pesticidas y herbicidas, dando mejor respuesta al incremento de las necesidades de abastecimiento debido al crecimiento de población mundial que la agricultura tradicional, y con menor coste ambiental. También los animales de granja, podrían codificarse para dar respuesta a algunos de los problemas que derivan de la masificación de las granjas de cría intensiva. Son ventajas indiscutibles, y otras ventajas de la biotecnológia aplicada van apareciendo periódicamente.

Entre los detractores se alude a potenciales riesgos, como que pueden tener un efecto a nivel de alergias, su valor nutricional puede haber sido alterado y puede contribuir a extender una mayor resistencia al efecto de los antibióticos. También existe la preocupación de que plantas GM puedan transmitir su ADN a plantas naturales, lo que supondría una potencial amenaza para la biodiversidad con imbrincadas ramificaciones. Algunos argumentan que el hambre del planeta se ha de combatir con acciones socio-políticas más que introduciendo transgénicos.

Para referencias científicas pincha aquí.

En resumen, hay literatura que argumenta con datos tanto a favor como en contra, lo que no es extraño en discusiones científicas todavía no maduras. Pero, debe ser el uso de OMGs (organismos modificados genéticamente o transgénicos) un tema de ética o una simple cuestión de decisión a nivel técnico? (es decir, una simplificación a un análisis de riesgo contrastando datos a favor y datos en contra como inputs, dejando de lado aspectos ético-sociales).

La vertiente ético-social del cambio tecnológico: la propiedad intelectual

Un análisis de riesgo clásico, es decir, la exposición de datos a favor y en contra, llevará a resultados sesgados, fundamentalmente por la insuficiencia de datos acumulados y porqué los aspectos ético-sociales tienen una gran dimensión. Lógicamente, la empresa biotech, puede argumentar que un análisis de riesgos debe realizarse en base a hechos, no valores, pero hay más aspectos en juego. De entrada, la vertiente social y de propiedad intelectual, que son inherentes a la propia naturaleza de los OMG, quedan difuminadas y fuera del análisis, resultando un análisis de riesgo simplemente parcial. El contexto importa. Importa, de entrada, porqué al variar las condiciones de cultivo o cría sustancialmente, no sólo modificas el fruto, sinó las condiciones de vida de las sociedades productoras. El contexto social se obvia, en cambio en el análisis de riesgo.

Y en segundo lugar - y el motivo último de este post - el ADN transgénico no es sólamente una entidad biológica. Es también el sujeto de un derecho de propiedad intelectual y, por tanto, se puede ejercer a través de éste concepto un control sobre sistemas y prácticas agrícolas. Esto ya está pasando de hace tiempo por la acción corporativa de determinadas empresas del sector, que acaban en la dependencia económica del agricultor a la empresa en cuestión, con lo que se crea un monopolio basado en la propiedad intelectual como valor explotable económicamente.

La propiedad intelectual es el valor de explotación, una explotación que funciona y se expande - pretende funcionar y expandirse - independientemente de la discusión científica e independientemente del riesgo calculado porqué, simplemente, no puede calcularse.

Las razones del propietario

La mayoría de veces el generador estricto de la propiedad intelectual no la comercializa ni la posee legalmente, sinó que es un inversor/propietario el que la explota y disfruta del resultado de su inversión económica mediante un dispositivo de defensa legal. El dispositivo de defensa legal (el tablero de juego empresarial que corresponda a cada área) propone un cierto número de años de explotación de una determinada propiedad intelectual que siempre termina venciendo, hecho que conlleva a una necesidad de innovación permanente a las empresas con capacidad de generar propiedad intelectual. Sin esta caducidad las empresas no necesitarian innovar ya que, en esta dimensión argumental, es la competencia por una cuota de mercado la que genera la mejora continua. Es la ley del mercado. Cerrando el círculo argumental, para el inversor, la generación de oportunidades de negocio de forma continua es el resultado de esa competencia, y la innovación surge de esa basculación de capital. Eso aplícalo a la recombinación genética, a los medicamentos, a la música, al cine, etc., cada uno de ellos con su propio tablero de juego.

Un manifiesto hacker

Para McKenzie Clark (Autor de Un manifiesto hacker) el hackeo es una nueva expresión (virtual) de lo real, hackear es liberar lo virtual en lo real ya que, para el hacker, lo real siempre lleva expresado un excedente de posibilidad, y eso sucede tanto en la física como en la sexualidad, en la biología como en la política, la informática, el arte o la filosofía. La naturaleza del hackeo consiste en descubrir libremente, inventar libremente, crear y producir libremente. La naturaleza del hackeo en sí no contempla explotar las abstracciones así producidas (...), de hecho, Es la información como propiedad lo que crea al hacker (...). Por su naturaleza misma, el acto de hackear sobrepasa los límites que impone la propiedad. Los nuevos hackeos desbancan a los anteriores y devalúan valor como propiedad. El hackeo toma información devaluada en exceso por la repetición en forma de comunicación y vuelve a producir nueva información partiendo de ella. El hacker está más interesado en la libre disponibilidad de la información que en derechos exclusivos (...) Los campos de investigación pertenecen a un orden de abstracción diferentes que los campos agrícolas. Mientras que la exclusividad de la propiedad puede ser necesaria con la tierra, no tiene ningún sentido en la ciencia, en el arte, la filosofía, el cine o la música.

Las sinergias de clases

La propia estructura del mercado occidental impone y alienta el hackeo. El hackeo en si no diferencia entre legalidad o ilegalidad, el hackeo es una necesidad que sólo depende de la información disponible y de la capacidad del individuo o grupo para jugar con ella, siendo el tablero de juego legal sólamente un factor externo más, no un elemento que lo haga cambiar de actitud al hacker, al contrario, el tablero también es hackeable. Esa generación de nueva información, esa segunda naturaleza creada a partir de la primera, es igualmente ética, caiga o no dentro o fuera del tablero legal que le corresponda. Simplemente, el capital aprovechará la oportunidad de mercado que sobrevenga de esa nueva naturaleza generada, una realidad que cristalice de esa virtualidad. Un nuevo tablero se adaptará mediante la basculación del capital.

Los argumentos del propietario y los del hacker se complementan en la aceleración de la evolución del mercado y la tecnología, funcionan como un equipo para la generación de nuevas posibilidades de mercado, aunque solamente hasta que la nueva naturaleza haya cristalizado en forma de valor comercial. En ese momento el propietario para el reloj y establece el tablero: análisis de riesgo en forma de datos - forzosamente sesgados si se acaba de generar una naturaleza compleja, como pueda ser un organismo genéticamente modificado-. El hacker también sigue su instinto y hackea la información nuevamente, buscando una nueva dimensión libre que, en su momento, tal vez podrá ser explotada en otra dimensión.

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