Ana y la luz en el espejo (Anna, Capítol VIII)

(http://www.myspace.com/factodelafeylasfloresazules)

El invierno es más crudo cerca del río. No es una sensación, el frío no es sólo una sensación, hay ahí algo más, una amenaza, un esperar, un declive, una negrura, una ausencia, de olor, de abrazo, un ruido de pasos solitarios, una boca sin sonrisa, una mirada que pasa de largo sin ver, sin mirarme. Mis pies atraviesan el puente, cortos los pasos, temerosos de separarse demasiado, mis manos, cerradas en los bolsillos, no dejan de temblar, Facto Delafé y Las Flores Azules me cantan Enero en la Playa en el iPod, ya se ve el neón azul del Jazz Club.

El saxo llora sobre el terciopelo rojo, levemente iluminado por luces de campanilla. Levanto la copa redonda y miro a través de la mitad de la sala, entre el grupo de jazz, al espejo en la pared, que me devuelve mi imagen, copa en mano. Espejito, espejito ¿Quién es la más guapa? Me sonrío y me responde una mueca de niña sola en una barra de ciudad vieja, vaqueros y camiseta ajustada, cabello corto, todavía, que ladea la cabeza para esquivar una guitarra nerviosa. Me dejo llevar por la música, la bebida, el hechizo, por mi imagen, sólo me veo a mi, todos los demás son decorado, grises y sombras que oscurecen el terciopelo, entes que dan volumen, dimensión, pero sólo a la sala, yo no estoy, la música me lleva, el tiempo hundido en el frío, el frío clavado en mi, yo en un recuerdo de algo que aún no he vivido. Aprieto la copa, me se sin fuerza para romperla, no debo temer, puedo apretar hasta que no pueda más... el espejo me devuelve una mirada bonita, que sonríe con una mueca tan... neutra, odiosamente vacía.

Temo la paciencia, temo la palabra... yo creo en los actos, en el acercamiento, dime con tus dedos que no habrá más peros, que siempre seremos mientras nos toquemos.

El invierno es más crudo cerca del río. No es una sensación, el frío no es sólo una sensación, hay ahí algo más, una amenaza, un esperar, un declive, una negrura, una ausencia, de olor, de abrazo, un ruido de pasos solitarios, una boca sin sonrisa, una mirada que pasa de largo sin ver, sin mirarme. Sueño que vuelo hacia mi almohada, me tiembla el alma.